SEPE deberá tramitar entre 400.000 y 740.000 ERTE en 10 días
El Gobierno exige tramitar al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) entre 400.000 y 740.000 Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) en 10 días. Una tarea que según trabajadores del organismo puede originar más retrasos e impagos debido a la falta de personal y recursos tecnológicos de los que actualmente disponen.
El pasado martes, 29 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto-Ley 30/2020, el cual indica que todas las empresas que disponen de prórroga de los ERTE tendrán que solicitarlos nuevamente para sus empleados antes del 20 de octubre.
Desde el SEPE aclaran que para proceder a esta nueva prórroga de los ERTE es necesario que aquellas empresas que se encuentren entre uno de los 40 sectores que recoge el último acuerdo realizado por el Gobierno y agente sociales, comiencen por dar de baja a todos los expedientes ya tramitados y reinicien el proceso.
El ministro José Luis Escrivá comunicó el pasado martes que había unos 740.000 habitantes en situación de ERTE, los cuales 400.000 son trabajadores que forman parte de los 40 sectores que pueden solicitar dicha prórroga. También indicó que a estos podrían sumarse decenas de miles de trabajadores de otros sectores, como hostelería o el comercio, por impedimento o limitación de la actividad debido a las restricciones horarias o limitaciones de aforo impuestas como medida para controlar la pandemia.
Daños colaterales de la nueva prórroga de los ERTE: retrasos e impagos
Mientras el Ministerio de Trabajo declara que “el Servicio Público de Empleo Estatal está preparado para realizar esta tramitación”, los funcionarios del organismo y sindicatos advierten de los posibles retrasos e impagos que puedan ocasionarse en noviembre.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales expresó durante la negociación de la prórroga de los ERTE que esta nueva medida supone “una sobrecarga burocrática que podría perjudicar no sólo a las empresas sino también a los trabajadores”, ya que “la herramienta tecnológica que utiliza el SEPE para tramitar solicitudes no permite hacerlo de otra manera”.
Desde el Ministerio de Trabajo explican que la situación no es equiparable a la de meses atrás, puesto que los formularios de los ERTE tienen ahora “una única entrada por la sede electrónica y se ha desarrollado un validador que evita los errores en las solicitudes colectivas, lo que permitirá regularizar cualquier tipo de incidencia”.
Estos errores ralentizan el ritmo del proceso, puesto que la plataforma HOPE detecta e informa de ellos, pero son los empleados del SEPE los que tienen que llamar a las empresas para corregirlos. Durante la primavera fueron muchos los retrasos e impagos que se produjeron para cobrar los ERTE como consecuencia de las solicitudes rellenadas por las empresas, y aproximadamente los 7.000 trabajadores del SEPE que se enfrentaron a cinco millones de expedientes que tramitar en un breve periodo de tiempo, hecho que supuso una sobrecarga de trabajo para la plantilla.
La Dirección General del SEPE informó de los daños colaterales que tras el confinamiento y el fin del estado de alarma continúan afectando al organismo, “en forma de gestión de cobros indebidos y litigiosidad”, teniendo en cuenta además el aumento de demandantes de empleo.
La semana pasada, algunas de las direcciones provinciales del SEPE con menor carga de trabajo, como León o Almería, enviaron mails en busca de voluntarios entre sus empleados públicos para afrontar el colapso de ERTEs que existirá a partir de del 20 de octubre.